Nuevo golpe al bolsillo: rige desde mayo un aumento retroactivo en la tarifa de luz en toda la Provincia Redacción del Diario Tapa Del Día El gobierno de la provincia de Buenos Aires autorizó este viernes un nuevo incremento en la tarifa eléctrica, que comenzará a impactar directamente en los hogares y empresas desde los primeros días de junio. Lo más alarmante es que la medida, oficializada a través de la Resolución N°1.051/25, tiene carácter retroactivo al 1° de mayo. El ajuste, publicado en el Boletín Oficial bonaerense, establece un aumento promedio del 3,4% en las facturas de luz, lo que significa una nueva presión sobre los bolsillos de los bonaerenses, en un contexto económico ya golpeado por la inflación y la suba constante de servicios. De acuerdo a la segmentación de ingresos vigente, los usuarios de Nivel 1 (altos ingresos) que pagaron este mes $37.600, deberán abonar $38.000 en la próxima factura. En tanto, quienes pertenecen al Nivel 2 (bajos ingresos), pasarán de pagar $23.500 a $24.400. Los consumidores de Nivel 3 (ingresos medios) también verán un ajuste proporcional en sus boletas. ¿Cómo quedan las tarifas por nivel? Nivel 1 (altos ingresos): cargo fijo de $3.610,19 y variable de $113,1993 por kWh. Nivel 2 (bajos ingresos): cargo fijo de $2.723,35 y variable de $59,7697 por kWh. Nivel 3 (ingresos medios): cargo fijo de $2.922,95 y variable de $71,7952 por kWh. La factura final dependerá del consumo eléctrico de cada hogar y la acumulación de otros conceptos que impactan en el total a pagar. Desde TAPA DEL DÍA advertimos que este nuevo esquema tarifario llega en un momento especialmente sensible para la mayoría de las familias y pequeñas empresas, que ya venían reorganizando sus gastos ante los sucesivos incrementos en servicios básicos. Opinión pública: Más allá de los tecnicismos y las resoluciones, el ajuste vuelve a dejar al descubierto un patrón de aumentos sostenidos que, si bien buscan ordenar el sistema energético, afectan de lleno al poder adquisitivo de los usuarios. La retroactividad del aumento, sin previo aviso directo al consumidor, abre interrogantes sobre la previsibilidad de la política tarifaria y su verdadero impacto en la economía doméstica.